Plasticidad Neuronal; Descifrando los Secretos del Cerebro
- Antonella Moura
- 24 abr 2024
- 9 Min. de lectura
Actualizado: 18 sept 2024
Plasticidad Neuronal; "Del cerebro, escuchamos mucho y sabemos poco."

El cerebro es el órgano que lo gestiona todo (racionalmente hablando), órgano que aun hoy donde incluso de Inteligencia Artificial se habla, incluyendo todo el avance científico en la medicina y específicamente en la neurociencia, sigue siendo en diferentes aspecto un verdadero enigma.
Mucho o poco de lo que si sabemos es que nuestro cerebro tienen una capacidad de almacenamiento que se considera virtualmente ilimitada, las investigaciones científicas sugieren que el cerebro humano consta de alrededor de 86 mil millones de neuronas, que cada neurona forma conexiones con otras neuronas, lo que podría sumar hasta 1 cuatrillón (1000 billones) de conexiones y que con el tiempo, estas neuronas pueden combinarse, aumentando la capacidad de almacenamiento. La información del cerebro viaja hasta una impresionante velocidad de 268 millas por hora (431 km/h) y es un mito que solo usamos el 10 por ciento del cerebro, de hecho, lo usamos todo. (incluso cuando estamos durmiendo), los neurólogos confirman que el cerebro siempre está activo.
Como estos hay muchos aspectos interesantes que podemos mencionar del cerebro, en particular la notable capacidad de adaptación y cambio que tiene a lo largo de la vida, esta es una característica conocida como plasticidad neuronal, que permite a nuestras neuronas formar nuevas conexiones y modificar las existentes, adaptándose a las demandas del entorno y la experiencia. Este proceso fundamental nos capacita para adquirir conocimientos, aprender, perfeccionar habilidades y sobreponernos de traumas, desarrollar la memoria e incluso recuperarnos de lesiones.
Comprender los mecanismos de la plasticidad nos ayuda a aprovechar el potencial de nuestro cerebro y mejorar nuestra calidad de vida.
👉Descubriendo la Plasticidad Neuronal
La plasticidad neuronal es la asombrosa capacidad del cerebro para adaptarse y cambiar a lo largo de la vida. Este proceso fundamental permite al sistema nervioso reorganizar sus conexiones y funciones en respuesta a cambios, el comportamiento, las emociones y la cognición. Comprender los mecanismos de la plasticidad cerebral es crucial para entender cómo funciona nuestro cerebro y cómo podemos aprovechar al máximo su potencial.
La plasticidad neuronal se manifiesta de diversas formas, como la generación de nuevas neuronas, el fortalecimiento o debilitamiento de las conexiones sinápticas, y la redistribución de las funciones cerebrales. Estos cambios estructurales y funcionales en el sistema nervioso central ocurren a lo largo de la vida, desde la infancia hasta la vejez, permitiéndonos adaptarnos, mantener en continuo desarrollo su funcionalidad que se ajuste a las demandas del entorno,
A nivel celular, la plasticidad se manifiesta en la modificación de la comunicación entre neuronas a través de la potenciación y la depresión a largo plazo. Estos procesos implican cambios en la fuerza de las conexiones sinápticas, lo que permite que algunas vías neuronales se fortalezcan mientras otras se debilitan. De esta manera, el cerebro puede reorganizarse y adaptarse en función a las circunstancias experienciales a lo largo del tiempo.
👉Importancia de la plasticidad neuronal
La plasticidad neuronal es fundamental para el funcionamiento adecuado del cerebro y el desarrollo de habilidades cognitivas a lo largo de la vida. Esta capacidad del sistema nervioso central es crucial en determinadas funcionalidades como pueden ser:

Aprendizaje y memoria: La plasticidad neuronal es la base del aprendizaje, ya que permite que nuevas conexiones sinápticas se formen y se fortalezcan a medida que se adquieren nuevos conocimientos y habilidades. Esto posibilita la formación de recuerdos y la retención de información a corto y largo plazo.
Adaptación y resiliencia: La capacidad del cerebro para reorganizarse y adaptarse a diferentes situaciones, como lesiones o cambios en el entorno, es crucial para mantener un funcionamiento óptimo. La plasticidad neuronal facilita la compensación de funciones dañadas o la adquisición de nuevas habilidades para adaptarse a los desafíos.
Desarrollo y maduración cerebral: A lo largo de la vida, la plasticidad neuronal permite que el cerebro se desarrolle y se modifique en respuesta a las experiencias y el aprendizaje. Este proceso es especialmente importante durante la infancia y la adolescencia, cuando se están formando las bases de las funciones cognitivas y emocionales.
👉Cambios estructurales y funcionales en el cerebro
El cerebro humano es un órgano extraordinariamente complejo y dinámico de constantes cambios estructurales y funcionales que ocurren en las conexiones entre las neuronas, así como en la actividad y organización del cerebro. Estos cambios pueden darse en la morfología y volumen de las diferentes regiones cerebrales, como a nivel microscópico, en la forma y función de las sinapsis y las dendritas.
La plasticidad neuronal permite al cerebro responder a nuevos estímulos, adaptarse a cambios en el entorno, aprender y formar nuevas memorias. Cuando aprendemos una nueva habilidad o adquirimos nuevos conocimientos, se produce una remodelación de las conexiones neuronales, fortaleciendo algunas y debilitando otras. Esto se traduce en cambios funcionales, como la mejora del rendimiento en tareas específicas.
Algunos de los principales cambios estructurales y funcionales asociados a la plasticidad neuronal incluyen la formación de nuevas sinapsis, el crecimiento y ramificación de dendritas, la modificación de la fuerza sináptica y la reorganización de la representación cortical de diversas funciones. Estas transformaciones a nivel celular y de circuitos neuronales son fundamentales para la adaptación del cerebro a lo largo de la vida y puede reducir los efectos de alteraciones estructurales producidas por patologías como la esclerosis múltiple, Parkinson, deterioro cognitivo, enfermedad de Alzheimer, dislexia, TDAH, insomnio adultos, insomnio infantil, etc…
👉 La Neurogénesis
Considerando que la plasticidad sináptica se logra a través de mejorar la comunicación en la sinápsis entre las neuronas existentes, la neurogénesis se refiere al nacimiento y proliferación de nuevas neuronas en el cerebro. Durante mucho tiempo la idea de la regeneración neuronal en el cerebro adulto era considerado casi una herejía. Los científicos creían que las neuronas morían y no eran reemplazadas por otras nuevas. Desde 1944, pero sobre todo en los últimos años, la existencia de la neurogénesis se ha comprobado científicamente y ahora sabemos que ocurre cuando las células madre, un tipo especial de célula que se encuentra en el giro dentado, el hipocampo y, posiblemente, en la corteza pre-frontal, se divide en dos células: una célula madre y una célula que se convertirá en una neurona totalmente equipada, con axones y dendritas. Luego, estas nuevas neuronas migran a diferentes áreas (incluso distantes entre sí) del cerebro, donde son requeridas, permitiendo de esta forma que el cerebro mantenga su capacidad neuronal. Se sabe que tanto en los animales como en los humanos la muerte súbita neuronal (por ejemplo después de una apoplejía) es un potente disparador para la neurogénesis
👉Factores que influyen en la plasticidad neuronal
La plasticidad neuronal, es decir, la capacidad del cerebro para modificar su estructura y función a lo largo de la vida, se ve influenciada por una variedad de factores tanto internos como externos. Entre los principales factores que modulan la plasticidad neuronal se encuentran:
Edad y etapa del desarrollo: La plasticidad tiende a ser mayor durante la infancia y la adolescencia, cuando el cerebro está en pleno proceso de maduración y crecimiento. Sin embargo, el cerebro conserva cierta plasticidad a lo largo de toda la vida.
Desafíos cognitivos y nuevos aprendizajes: Actividades que implican aprendizaje y resolución de problemas, que estimulan la formación de nuevas conexiones neuronales y la remodelación de las existentes.
Actividad física y ejercicio: Diversos estudios han demostrado que la actividad física regular aumenta mejora la conectividad cerebral, favoreciendo así la plasticidad neuronal.
Estrés y emociones: El estrés crónico y las emociones negativas pueden tener un impacto negativo sobre la plasticidad, mientras que las emociones positivas y la reducción del estrés la favorecen.
Nutrición y estilo de vida saludable: Una dieta equilibrada, rica en nutrientes esenciales, junto con hábitos de sueño y descanso adecuados, contribuyen al mantenimiento de la plasticidad cerebral.
👉Aprendizaje y memoria a través de la plasticidad
Cuando aprendemos algo nuevo, se establecen nuevas conexiones entre las neuronas a través de la plasticidad, lo que permite que la información se almacene y se pueda recuperar posteriormente. Así, la plasticidad facilita la adaptación del cerebro a los cambios en el entorno mediante la activación repetida de ciertos circuitos neuronales, se fortalecen esas conexiones y se crea una memoria a largo plazo, proceso en el cual la información recién adquirida se transfiere a regiones más estables del cerebro para su almacenamiento a largo plazo., que puede evocar lo aprendido incluso después de mucho tiempo.
Comprender cómo funciona la plasticidad en el aprendizaje y la memoria es crucial para optimizar estos procesos y mejorar el rendimiento cognitivo.
👉Beneficios de cultivar la plasticidad neuronal
Cultivar la plasticidad neuronal, es decir, la capacidad del cerebro de cambiar y adaptarse a lo largo de la vida, trae una serie de beneficios significativos para el bienestar integral de las personas. Algunos de los principales beneficios incluyen:

Mejora de la capacidad de aprendizaje y memoria: La plasticidad neuronal permite al cerebro formar nuevas conexiones sinápticas y fortalecer las existentes, lo que facilita la adquisición de nuevos conocimientos y habilidades, así como la retención a largo plazo de la información.
Aumento de la flexibilidad mental y la creatividad: Al tener un cerebro más plástico, las personas pueden ver las cosas desde nuevas perspectivas, generar ideas innovadoras y adaptarse mejor a los cambios y desafíos de la vida cotidiana.
Mejora de la salud mental y emocional: La plasticidad neuronal está relacionada con una mayor capacidad de regulación emocional, resiliencia y adaptación ante situaciones estresantes o adversas, lo que puede contribuir a prevenir problemas de salud mental como la depresión y la ansiedad.
Preservación de las funciones cognitivas con el envejecimiento: A medida que envejecemos, la plasticidad neuronal nos ayuda a mantener nuestras habilidades mentales, como la atención, la memoria y el razonamiento, reduciendo así el riesgo de deterioro cognitivo y demencia.
👉Aplicaciones clínicas de la plasticidad neuronal
La plasticidad neuronal tiene importantes aplicaciones clínicas que pueden mejorar la calidad de vida de los pacientes. Una de las áreas más destacadas es la rehabilitación de pacientes con lesiones cerebrales, como accidentes cerebrovasculares o traumatismos craneoencefálicos. Mediante terapias de estimulación y ejercicios específicos, se puede promover la reorganización y el restablecimiento de las funciones afectadas, aprovechando la capacidad del cerebro para adaptarse y generar nuevas conexiones neuronales. Esto es fundamental para recuperar habilidades motoras, cognitivas y sensoriales perdidas.
Otra aplicación clínica relevante es el tratamiento de trastornos neurológicos y psiquiátricos, como la depresión, el Alzheimer o el Parkinson. Al entender los mecanismos de la plasticidad, se pueden desarrollar intervenciones terapéuticas que modifiquen la actividad y estructura del cerebro, lo que puede ayudar a mitigar o revertir los síntomas de estas enfermedades, su estudio y estimulación pueden beneficiar a pacientes con deterioro cognitivo.
En resumen, la comprensión y aplicación de la plasticidad neuronal abre nuevas posibilidades en el ámbito de la neurorrehabilitación y el tratamiento de diversos trastornos neurológicos y mentales, mejorando así la calidad de vida y las oportunidades de recuperación de los pacientes.
👉Actividades y hábitos que fomentan la plasticidad
Cultivar la plasticidad neuronal es fundamental para mantener un cerebro saludable y adaptativo. Existen numerosas actividades y hábitos que pueden fomentar este proceso clave para el aprendizaje, la memoria y la resiliencia mental.

Dieta saludable: Una dieta equilibrada, rica en nutrientes como omega-3, antioxidantes y vitaminas, favorece la salud y plasticidad cerebral.
Interacción social: Pasar tiempo con amigos, familiares y participar en actividades comunitarias estimula procesos cerebrales vinculados a la plasticidad.
Aprender algo nuevo: Aprender una nueva habilidad o adquirir conocimientos en un área de interés puede estimular la neuroplasticidad. Aprender a tocar un instrumento musical, hablar un nuevo idioma, hacer manualidades o practicar un deporte.
Resolver acertijos y rompecabezas: Los juegos de lógica, acertijos y rompecabezas como el sudoku o el ajedrez pueden estimular la actividad cerebral y promover la formación de nuevas conexiones neuronales.
Practicar ejercicio físico: El ejercicio regular no solo beneficia al cuerpo, sino también al cerebro. La actividad física aeróbica, como correr o nadar, ha demostrado mejorar la neuroplasticidad y promover la salud cerebral.
Meditar: La meditación y el mindfulness han demostrado ser efectivos para mejorar la plasticidad cerebral. La práctica regular de la atención plena puede fortalecer las conexiones neuronales y mejorar la concentración y el enfoque.
Leer y escribir: Leer libros, revistas o artículos científicos, así como escribir en un diario o blog, estimulan la actividad cerebral y promueven la neuroplasticidad. La lectura y la escritura fomentan la formación de nuevas conexiones neuronales y mejoran la función cognitiva.
Jugar juegos de mesa y de estrategia: Los juegos de mesa como el ajedrez, el scrabble o el backgammon, así como los videojuegos de estrategia, pueden desafiar y estimular la mente, promoviendo la flexibilidad cognitiva y la neuroplasticidad.
Socializar y relacionarse: Las interacciones sociales estimulantes y significativas pueden mejorar la salud cerebral. Participar en actividades sociales, mantener amistades y establecer conexiones emocionales con otras personas pueden promover la plasticidad cerebral.
Practicar la música: Tocar un instrumento musical estimula múltiples áreas del cerebro y promueve la neuroplasticidad. El proceso de aprendizaje, la coordinación mano-ojo y la lectura de partituras ejercitan el cerebro de manera efectiva.
Dormir lo suficiente: El sueño adecuado es crucial para el buen funcionamiento del cerebro y la plasticidad neuronal, tener una buena higiene del sueño y obtener la cantidad adecuada de descanso para promover la salud cerebral.
Estimular los sentidos: Exponerse a nuevos estímulos sensoriales puede activar diferentes áreas del cerebro y promover la neuroplasticidad. Probar cosas nuevas como visitar museos, asistir a conciertos, explorar nuevos lugares o probar alimentos con sabores y texturas diferentes.
Incorporando estos hábitos en nuestra vida diaria, podremos aprovechar al máximo el increíble potencial de plasticidad de nuestro cerebro, la plasticidad neuronal es un fenómeno fascinante y fundamental para el funcionamiento óptimo del cerebro. desarrollar la plasticidad cerebral a lo largo de nuestra vida es clave para mantener un cerebro sano y resiliente.
Antonella Moura
Coach
Especialista en Desarrollo del Talento Humano
Especialista en Neuroeducación
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